Mindfulness en el taller de ACOPE, en la prisión de Alcalá Meco

noticiaMINDFULNESSmarzoUn sábado cada quince días vienen dos voluntarios, Carlos y Ruth, a compartir con las mujeres su experiencia y enseñarnos a estar en silencio, en contacto con nuestra respiración, a reconocer nuestras emociones y a acercarnos a ellas con afecto y comprensión. Ya llevamos cuatro sesiones y vemos como las mujeres, siempre dispuestas a aceptar lo que les proponemos, van poco a poco incorporando esta herramienta como algo más que les puede servir y ayudar durante su tiempo en la prisión y cuando en un futuro alcancen la libertad.

Carlos nos cuenta cómo vive esta experiencia:

Sábado por la mañana, a principios de Enero. estamos en la segunda sesión de meditación Mindfulness, con Acope en el módulo de mujeres de Alcalá Meco. Después de haber recibido en la primera sesión, una bienvenida con tantas miradas y saludos afectuosos, acogedores, de confianza, nos disponíamos  a comenzar la primera meditación.  Al recordarlas como posicionarse en el asiento observo como una mujer le sugiere e indica a su compañera de la derecha cómo sentarse correctamente en la silla para la meditación, lo siento como la intención y las ganas de poder incluir a todas en un mismo momento… 

 Tampoco puedo olvidar el momento, unos minutos después, cuando abrí unos instantes los ojos y observé que el  grupo de veinticinco o treinta mujeres estaban también allí, con los ojos cerrados, compartiendo una actitud de atención, de dignidad, con total generosidad hacia lo que se las estaba proponiendo…no hacía falta abrir los ojos para sentirlo..

 Realmente, la práctica de Mindfulness lleva ya mucho tiempo en Alcalá Meco. Viene del trabajo que estas mujeres están haciendo en los talleres de Acope en los que, al principio de la reunión, cada mujer expresa brevemente la emoción más notable que esté sintiendo: puro Mindfulness, saber qué estamos sintiendo en el momento presente.

Desde ese trabajo anterior, hemos comenzado a practicar y cultivar el hábito de observar, sentir, cuidar y relajar esas emociones y sensaciones desde nuestro interior, en sus momentos presentes… Es difícil olvidar el hecho de que en un centro penitenciario, el presente convive tan íntimamente con las circunstancias del pasado, ya que los muros de la Prisión lo rememoran día a día y donde el presente también convive estrechamente con un futuro incierto, complejo, y con la falta de muchos tipos de libertades… 

 Pese a ello, cada sábado, las mujeres permiten y realmente nos invitan a nosotros a compartir «el presente más presente» por medio de meditaciones, compartiendo y sintiendo que todos tenemos muchos pensamientos, muchos sentimientos, sensaciones y emociones, algunas agradables, otras muy difíciles, que van, vienen y cambian constantemente; pero que también tenemos algo que vive en el presente, algo en nuestro interior que puede darse cuenta de que estamos sintiendo y pensando, de si estamos tristes o alegres, y también de cómo están los demás a nuestro lado.

  En las siguientes sesiones nos hemos seguido encontrando con la misma gratitud, generosidad y confianza por parte de las mujeres, cuando probablemente, y en muchos casos, estos sentimientos conviven en esos momentos con otros mucho más dolorosos… Eso sí que es maestría en Atención plena, Mindfulness, y, sobre todo, «Heartfulness»: «Corazón Pleno», el de estas mujeres,  que tienen la capacidad de liberar en «reclusión» esa bondad. Y yo tengo la inmensa suerte de poder empaparme de ello cada sábado, y poder sentir «la humanidad plena», así, sentados en corro, respirando… 

 

Acope

Comment (1)
Lidia
3 mayo, 2018

Gratitud infinita por abrir mi corazón con tu compartir y el amor y la honestidad que irradiais, tu, esas flores entre los muros, y esa generosa asociación que lo propicia.
Me habéis emocionado.
Ganas de aportar mi granito,para que todos, «los de dentro y los de afuera «seamos cada vez un poco más libres.
Lidia

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